NO bajar la edad de imputabilidad

Si se considera a la inseguridad como resultado directo de la pobreza, no sólo se instala en la sociedad la idea del pobre como el peligroso, sino que se plantea ante la sociedad un panomara estéril para la búsqueda de soluciones momentáneas. De este modo se expone un problema que aparentemente no tiene una solución inmediata; y es que lo que aquí le interesa (a quienes comparten ese pensamiento) es presentar el problema y no tanto encontrar la solución.


Esta idea mediática de bajar la edad de imputabilidad caló hondo en gran parte de nuestra sociedad, y aunque en otros países ha quedado demostrado, con su implementación, que como política de seguridad eso no sólo no sirve, sino que es contraproducente, para sostener su postura muchos se sostienen de estadísticas falsas y comparaciones con otros lugares que, en fin, tienen otras poblaciones, otras culturas, y otros contextos.


Si tenemos en cuenta por ejemplo que…

…entonces queda demostrado que no existe una correlación directa entre la edad de imputabilidad y la tasa de homicidios. Y si además nos enteramos que de los casos de delito sólo el 2% corresponde a menores, entonces la discusión de querer poner en el centro del debate a los menores queda obsoleta.

Muchas veces la seguridad no es la solución, sino la causa de la inseguridad. Aquellos órganos que deberían bregar por ella, actúan en evidente contradicción con lo que representan y es así que varios hechos de inseguridad son efectuados por ese órgano que debería trabajar para protegernos. El excesivo poder de la policía da lugar a situaciones que abrumarían terriblemente la sensibilidad de cualquier persona. Y así es que nos encontramos luego con niños que son víctimas de severos abusos policiales.

Hablar de bajar la edad de imputabilidad es desviar el problema de fondo. Los sectores de derecha que plantean eso no sorprenden, ya que al bajar la edad no sólo se da rienda suelta al órgano policíaco para que actúe con más libertad con los menores, sino que las verdaderas soluciones no se ponen en discusión para volcarse luego en políticas de Estado. Lo que sorprende, aunque últimamente no tanto, es el discurso de sectores que se plantean más en coincidencia con nuestro pensamiento, y que se proclaman a favor de las clases menos favorecidas con consignas de que la inseguridad nace del hambre o de la pobreza y en realidad buscan situar postura con un fin puramente electoral. Tristemente terminan haciendo el juego a ese otro sector que habla de bajar la edad de imputabilidad y que son los que han desarrollado las políticas neoliberales de las que resulta tanta desigualdad económica y social.

Los jóvenes son puestos siempre en el foco del problema. Y basta echar la mirada hacia el pasado, a ese pasado que tenemos tan presente en la memoria; donde los jóvenes fueron perseguidos, torturados, asesinados y desaparecidos; donde los jóvenes fueron enviados a una guerra para la que no estaban preparados y que sólo serviría para mantener en el poder a los militares de la última dictadura; donde fueron víctimas de las políticas neoliberales que se profundizaron en los años ’90; donde tuvieron que resistir las inclemencias del 2001; la estigmatización de ser una juventud perdida.

No hagamos eco del discurso antipolítica que plantea la mano dura, no caigamos en comentarios o pensamientos que carecen de sentido y contenido. A nosotros nos preocupa la inseguridad que viven a diario los que consumen muchos noticieros, pero nos preocupa más la inseguridad de los que todavía están excluidos y que aún no alcanzan todos sus derechos; nos preocupa la inseguridad de los nenes que andan descalzos en la villa; la inseguridad de los que trabajan en negro porque hay empresas que nos los ponen en blanco; la inseguridad que sienten aquellos jóvenes que la sociedad y los medios estigmatizan bajo el manto de la sospecha por portación de rostro o de vestimenta.

Queremos que los niños estén en la escuela y no en la cárcel y por eso es que trabajamos y por eso es que alzamos nuestra voz en contra de este proyecto.
Nosotros como jóvenes le decimos NO a la baja de edad de imputabilidad. Nosotros apostamos a la Promoción de Derechos, y por eso le decimos SI a la Asignación Universal por Hijo. Sí a la inclusión, no a la represión.

Área de Comunicación

Jóvenes Solidarios