Se
estima que el 25 de Mayo, es la fecha de mayor algarabía para el pueblo
argentino. Para otros investigadores la “Revolución
de Mayo” es conocida como la “Semana
de Mayo”. Ciertamente el mes en mención, registra una serie de acontecimientos
que forman la columna vertebral de la Patria Liberada. Son sucesos históricos
que reconocen, hechos sociales, culturales y políticos, pero sobre todo,
ocurrencias de índole revolucionario. Experimentemos con la Semana de Mayo pero
desde una concepción que se remita a una corriente historiográfica de larga
duración. De la “Semana de Mayo hasta estos días”, podemos apreciar en
nuestra historia más contemporánea, el nacimiento en la fecha 22 correspondiente
a este mes de 1930, de Agustín Gringo Tosco, quien fuese un
dirigente sindical argentino de ideología marxista, miembro de la CGT de los
Argentinos y uno de los principales actores del Cordobazo. Este lapso,
comprende además los fallecimientos de dos pioneros del pensamiento Nacional.
El 25 de Mayo de 1974, se despedía, para pasar a la posteridad, el pensador,
escritor y político argentino, Arturo Martín Jauretche. El naciente
revisionismo histórico se aliaría en la obra de Jauretche con su interpretación
de la realidad contemporánea. El pensamiento nacional sufriría la muerte
también en esta denominada “Semana de
Mayo” de Raúl Scalabrini Ortiz, pensador, historiador, filósofo,
periodista, escritor, ensayista, y poeta argentino, agrimensor de profesión.
Amigo intimo de Jauretche, y del inolvidable Homero Manzi.
En el medio la patria liberada. La Revolución de Mayo inició el surgimiento
del Estado Argentino sin proclamación de la independencia formal, ya que la
Primera Junta no reconocía la autoridad del Consejo de Regencia de España e
Indias, pero aún gobernaba nominalmente en nombre del rey de España Fernando
VII, quien había sido depuesto por las Abdicaciones de Bayona y su lugar
ocupado por el francés José Bonaparte. Aun así, los historiadores consideran a
dicha manifestación de lealtad (conocida como la máscara de Fernando VII) una
maniobra política que ocultaba las intenciones independentistas de los
revolucionarios. La declaración de independencia de la Argentina tuvo lugar
posteriormente durante el Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816.
Que viva la patria, nuestros revolucionarios de
1810 y de nuestra historia más sincrónica, como
nuestros ensayistas que con materiales criollos, edificaron en el tiempo
nuestro pensamiento Nacional.
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