Trabajadores metalúrgicos, del transporte y otros gremios declaran paros
para los días 15 y 16 de Mayo, en razón de las quitas zonales y el no
reconocimiento de la antigüedad por transferencias de empresas.
Los obreros mecánicos realizaban una asamblea y son reprimidos,
defienden sus derechos en una verdadera batalla campal en el centro de la
ciudad el día 14 de Mayo.
Los atropellos, la opresión, el desconocimiento de un sin números de
derechos, la vergüenza de todos los actos de gobierno, los problemas del
estudiantado y los centros vecinales se suman.
Se paraliza totalmente la ciudad el 16 de mayo. Nadie trabaja. Todos
protestan. El gobierno reprime.
En Corrientes es asesinado el estudiante Juan José Cabral. Se dispone el
cierre de la Universidad.
Todas las organizaciones estudiantiles protestan. Se preparan actos y
manifestaciones. Se trabaja en común acuerdo con la CGT.
El día 18 es asesinado en Rosario, el estudiante Adolfo Ramón Bello. Se
realiza con estudiantes, obreros y sacerdotes tercermundistas una marcha de
silencio en homenaje a los caídos.
El 23 de Mayo es ocupado el Barrio Clínicas por los estudiantes y son
apoyados por el resto del movimiento estudiantil.
El 26 de Mayo el movimiento obrero de Córdoba resuelve un paro general
de las actividades de 37 horas a partir de las 11 horas, para el 29 de Mayo,
con abandono de trabajo y concentraciones públicas de protesta.
Los estudiantes adhieren en todo a las resoluciones de la CGT. Los
estudiantes organizan y los obreros también. Millares y millares de volantes
reclamando la vigencia de los derechos conculcados inundan la ciudad los días
previos.
El 29 de Mayo amanece tenso. Los trabajadores de luz y fuerza son
atacados con bombas de gases a la altura de Rioja y Gral. Paz. Una vez más la
represión está marcha.
Las columnas de los trabajadores de las fábricas automotrices llegan a
la ciudad y son atacados. El comercio cierra sus puertas y la gente inunda las
calles.
Corre la noticia de la muerte de Máximo Mena, obrero mecánico. Se
produce un estallido popular, la rebeldía contra tanta injusticia, contra los
asesinatos, contra los atropellos. La policía retrocede. Nadie controla la
situación.
Es el pueblo. Son las bases sindicales y estudiantes que luchan
enardecidas. El apoyo total de la población.
Es la toma de conciencia contra tantas prohibiciones. Nada de tutelas ni
usurpadores del poder, ni de cómplices participacionistas.
El saldo de la batalla de Córdoba, "El Cordobazo", es trágico.
Decenas de muertos, cientos de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un
pueblo florecen y marcan una página histórica argentina y latinoamericana que
no se borrará jamás.
En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la
voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa,
donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano.
"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los
trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni
mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores.
La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los
dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el
círculo..."
* Extraído de “Periódico de la CGT de los Argentinos”. Colección
Completa. Números 1 al 55. Mayo 1968 – Febrero 1970
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